Kelly Osbourne lloró en un nuevo programa de chat llamado Talk cuando reveló uno de sus mayores horrores.

Obsourne, de 26 años, admite que sufre de ansiedad grave por la posibilidad de contraer cáncer y con frecuencia es visitada por un médico para un chequeo médico e inyecciones regulares de vitamina B12.

La preocupación de la cantante de Papa Don’t Preach proviene del diagnóstico de 2002 de su madre Sharon Osbourne con cáncer de colon.

Ella dijo: “La gente asume automáticamente que cuando te haces público, todo es genial y tu vida siempre ha sido genial porque estás en Hollywood, pero como sabes, mi madre tuvo la vida más difícil que puedas imaginar”.

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